martes, 22 julio 2025

Políticos, qué buenos somos

S.Calleja

Hoy mismo, hemos vuelto a ser testigos de cómo la tragedia de la inmigración vuelve a ser utilizada como herramienta de confrontación política. María Dolores Corujo, actual diputada del PSOE y ex presidenta del Cabildo de Lanzarote, ha publicado un artículo de opinión titulado "Ignorar a Canarias: una traición a la dignidad colectiva"( que podrán leer a final de este otro), en el que critica al Partido Popular por su falta de compromiso en la gestión migratoria. Si bien algunos puntos de su texto son ciertos, no podemos obviar la enorme contradicción entre lo que dice ahora y lo que hizo (o no hizo) durante su etapa al frente del Cabildo y como parte del Gobierno de Canarias.

Durante los cuatro años de Corujo al frente del Cabildo, Canarias se enfrentó a repetidas oleadas migratorias que desbordaron su capacidad de respuesta. Sin embargo, poco o nada hizo para que la inmigración fuera tratada como una prioridad política. Es cierto que las competencias en materia migratoria recaen principalmente en el Estado, pero lo que no puede negarse es que, en aquella época, el PSOE gobernaba  en Canarias, junto a sus socios de Podemos y Nueva Canarias. ¿Cuál fue el resultado? Silencio.

El gobierno de “las izquierdas de caviar” -como algunos lo han calificado por su desconexión con la realidad de los problemas de los ciudadanos- optó por no incomodar a Pedro Sánchez, entonces presidente, ni a Pablo Iglesias, líder de Podemos. ¿La razón? Evitar cualquier crítica interna que pudiera generar tensiones con sus “jefes” en Madrid. Mientras tanto, las costas de Canarias se convirtieron en una frontera desbordada, donde miles de personas llegaban en condiciones infrahumanas, y los recursos  eran insuficientes para atender la emergencia.

María Dolores Corujo, quien ahora se presenta como defensora de los derechos de los migrantes, no mostró entonces el mismo fervor con el que ahora condena a su adversario ideológico . Su mandato se caracterizó más por una gestión tibia que por liderar iniciativas que realmente presionaran al Gobierno central para implementar un plan estructural. Incluso en los momentos de mayor crisis migratoria, el Gobierno de Canarias, liderado por el PSOE y sus socios, no tuvo el coraje de alzar la voz en defensa de las islas. ¿Por qué? Porque no querían enfrentarse a Sánchez ni a Iglesias.

La publicación de su reciente artículo, en un contexto en el que el PSOE necesita urgentemente desviar la atención de sus propias contradicciones, resulta cuanto menos oportunista. Mientras en Madrid se negocian pactos con fuerzas como Junts per Catalunya, que piden controlar quién entra y quién no en territorio catalán, el PSOE de Canarias intenta posicionarse como adalid de la solidaridad y la justicia, olvidando que tuvo en sus manos la oportunidad de actuar y no lo hizo.

A esto se suma la tragedia de esta madrugada: una zodiac naufragó a 74 millas de Lanzarote con 55 personas a bordo. Hasta el momento, solo un superviviente y un cadáver han sido rescatados, mientras decenas permanecen desaparecidos. Este tipo de sucesos ponen en evidencia el vacío de liderazgo político en todos los niveles. Ni el PSOE ni el PP han demostrado estar a la altura del desafío que supone gestionar la inmigración de forma digna y efectiva.

El problema de la inmigración en Canarias no es nuevo, pero su gestión ha sido históricamente utilizada como moneda de cambio político. La derecha muestra insensibilidad , mientras que la izquierda despliega discursos humanitarios que rara vez se traducen en acciones concretas. En este contexto, resulta insultante que Corujo, quien durante años ignoró esta realidad desde su posición de poder, pretenda ahora erigirse en defensora de una causa que nunca lideró.

La inmigración no puede seguir siendo utilizada como arma política ni como plataforma de autopromoción. Canarias necesita soluciones reales, y sus ciudadanos merecen líderes capaces de priorizar sus problemas sin miedo a incomodar a Madrid o a otros aliados políticos. Hasta que eso ocurra, seguiremos asistiendo al espectáculo de la hipocresía política, donde la dignidad de los migrantes y de los propios canarios queda relegada a un segundo plano.

 

Aquí les dejo su artículo .

de:

PSOE - Lanzarote 

para:

Carlos Espino

fecha:

18 dic 2024

 

 

Ignorar a Canarias: una traición a la dignidad colectiva

Cada 18 de diciembre, el Día Internacional del Migrante nos invita a reflexionar sobre la movilidad humana, esa constante que ha definido a nuestra especie desde el principio de los tiempos. Es un recordatorio de que, tras cada movimiento migratorio, hay una historia de lucha, un anhelo de futuro y, sobre todo, una vida que merece ser respetada.

España, y particularmente Canarias, sabe lo que significa emigrar. No hace tanto que miles de canarios y Canarias tuvieron que abandonar su tierra buscando oportunidades en Cuba, Venezuela o América Latina. Fueron acogidos con generosidad por países que comprendieron su realidad, que les abrieron las puertas. Esa experiencia histórica nos obliga moralmente a actuar con responsabilidad, pero también con memoria. Porque atender la inmigración no es cuestión de compasión: es una cuestión de justicia y dignidad.

Sin embargo, en este momento crucial, enfrentamos un bloqueo que pone en riesgo esa dignidad. La negativa del Partido Popular a modificar el artículo 35 de la Ley de Extranjería es una muestra clara de la falta de voluntad política para enfrentar los retos de la inmigración desde un enfoque humanitario y realista.   Esta reforma es imprescindible para que los migrantes puedan integrarse plenamente en nuestra sociedad, accediendo a derechos y oportunidades que no solo mejoren sus vidas, sino que también enriquezcan nuestra convivencia y fortalezcan sectores esenciales para el bienestar común. Mantener una situación de irregularidad no solo los condena a la precariedad, sino que priva a nuestra sociedad de su contribución legítima.

La insolidaridad del Partido Popular no termina ahí. Su negativa a establecer un mecanismo de corresponsabilidad entre las comunidades autónomas receptoras de inmigrantes pone en peligro la cohesión territorial y deja a regiones como Canarias en una situación insostenible. No se puede cargar sobre los hombros de unas pocas comunidades la responsabilidad de un fenómeno global. La migración es un desafío compartido, y como tal, exige respuestas solidarias y coordinadas.

El enfoque del PSOE siempre ha sido claro: la inmigración no puede gestionarse desde el miedo ni la indiferencia. Se trata de vidas humanas, no de cifras. Se trata de garantizar derechos, no de construir muros. La solución no está en la criminalización de quienes llegan en busca de refugio o en discursos simplistas que alimentan la xenofobia. La solución está en fortalecer los mecanismos de integración, en respetar los tratados internacionales y en atender este fenómeno desde la empatía y la responsabilidad.

Canarias, con su historia migrante y su posición como frontera sur de Europa, debe alzar la voz. No podemos permitir que el egoísmo político ahogue la solidaridad que siempre nos ha caracterizado como pueblo. Exigimos que se actúe con altura de miras y sentido de Estado, que no se utilicen las vidas de personas migrantes como arma política. Porque esto no va de izquierda o derecha, esto va de humanidad.

No olvidemos nunca que nadie abandona su hogar por capricho. Los migrantes que llegan a nuestras costas lo hacen porque no tienen otra opción, porque el mar les ofrece una esperanza que en tierra les ha sido negada. La única respuesta legítima ante esa realidad es tender la mano. No por compasión, sino por justicia. No por lástima, sino porque todos merecemos vivir con dignidad.

Canarias está siendo abandonada y humillada por la negativa del Partido Popular a asumir su responsabilidad en la gestión de la inmigración. Nuestra tierra, que ha demostrado ser solidaria y acogedora, se ve ahora cargando en solitario con un desafío que es de todos. La falta de apoyo y la insolidaridad hacia las comunidades que más sufren el impacto de este fenómeno no solo es una traición al espíritu de unidad que debería guiar al país, sino una muestra de desprecio hacia la dignidad de quienes aquí vivimos. Canarias merece respeto y compromiso, no el abandono de quienes prefieren mirar hacia otro lado.

En este Día Internacional del Migrante, reivindiquemos una España más humana, más justa, más solidaria. Sigamos trabajando por una gestión de la inmigración que respete los derechos de todas las personas y que honre nuestra historia. Porque un país que olvida su pasado pierde el rumbo, y un país que niega la dignidad a otros pierde su alma.


 

María Dolores Corujo, secretaria insular del PSOE de Lanzarote y diputada en el Congreso

 

 

Bingo sites http://gbetting.co.uk/bingo with sign up bonuses