Armando Santana asume la Vicepresidencia Tercera del Cabildo con perfil bajo y objetivos concretos

Pejeverde

Armando Santana ya forma parte del Gobierno del Cabildo de Lanzarote. Su nombramiento oficial lo coloca como vicepresidente tercero, con responsabilidades en Participación Ciudadana, Gobierno Abierto y Transparencia; Comercio, Hostelería, Consumo; y Bienestar Animal. En su primera comparecencia no hubo sorpresas: habló de retos conocidos, usó palabras medidas y evitó el tono triunfalista.

Dijo llegar “desde la responsabilidad, el respeto y la vocación de servicio público”. Recalcó que su entrada no obedece a “intereses partidistas ni cálculos personales”, sino a un “deseo de ser útil”. La lista de problemas que quiere encarar tampoco es nueva: agua, vivienda, migración, turismo desbordado, empleo precario, sanidad deficiente e identidad cultural en retroceso. Todos enunciados, ninguno aún resuelto.

Entre sus primeros anuncios figura la creación de un Área de Hostelería, que dependerá de la Consejería de Comercio. Su propósito es modernizar y profesionalizar un sector que, según Santana, necesita ser sostenible. También ha adelantado la puesta en marcha de un Observatorio de la Identidad Canaria, una suerte de vigía institucional que buscará preservar la cultura isleña, adscrito a Participación Ciudadana.

Uno de los gestos más llamativos —y posiblemente el más verificable a corto plazo— es su renuncia al uso de asesores y cargos retribuidos en consejos de administración. Lo justifica como una señal de compromiso con una gestión austera: “Se trata de reforzar la confianza ciudadana en el uso responsable de los recursos públicos”.

No hubo promesas grandilocuentes ni anuncios espectaculares. Santana entra al Gobierno con discurso comedido, más orientado al fondo que a la forma. Habrá que ver si los hechos siguen la misma línea.