El Ayuntamiento adelanta el encendido para reforzar la campaña comercial
Pejeverde
Arrecife volverá a encender la Navidad este viernes, 21 de noviembre, y el alcalde, Yonathan de León, ha hecho una invitación a las familias para que acudan a La Plazuela a las 19.00 horas. El Ayuntamiento adelanta el encendido una semana respecto al calendario habitual. La idea es clara: empezar antes la campaña y estirar la actividad en la Zona Comercial Abierta.
Este año, por primera vez, la iluminación llega a todos los barrios. Desde Argana Alta hasta el frente marítimo, y de Lloret a La Concha. El alcalde lo presenta como un despliegue completo, con la empresa adjudicataria instalando luces desde septiembre. La lista de núcleos iluminados sirve como demostración de esfuerzo municipal y también como recordatorio de que la Navidad, en Arrecife, se monta con tiempo y se vende con intención.
De León insiste en que la ciudad podrá estrenar también la renovada plaza de Las Palmas a finales de mes, si se cumple la recepción de la obra prevista para el 28 de noviembre. El lugar, junto a San Ginés, quiere convertirse en un punto navideño central, algo que Arrecife siempre ha necesitado y pocas veces ha logrado.
El día del encendido habrá un pasacalles organizado por la Concejalía de Comercio y Turismo, dirigida por Eli Merino. Saldrá de las Cuatro Esquinas y bajará por la calle Real hasta La Plazuela. El Ayuntamiento confía en que el espectáculo anime las compras. La Navidad es, al fin y al cabo, la temporada más fuerte para los comercios que luchan por revivir en la zona. Las pymes de la capital llevan años arrastrando el mismo mensaje: si no baja gente, no hay caja. El Consistorio intenta que esta vez sí baje.
La invitación del alcalde es sencilla: que las familias estén allí cuando llegue el desfile. Que Arrecife pare un momento y mire hacia La Plazuela, como se hacía antes, cuando el centro era el centro y no un lugar de paso. Si funciona o no, se verá en los próximos días, cuando la zona comercial empiece a medir el resultado en la única unidad que nunca miente: los tiques.