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La borrasca con más humor que lluvia: Claudia dejó protocolos, no precipitaciones serias

Pejeverde

Son las siete de la mañana y Lanzarote está en pie, con el viento de siempre y el cielo de casi siempre. Claudia —esa borrasca con nombre de personaje que promete y luego no aparece a la cita— ha dejado más titulares que agua, más previsiones que realidades y más movimiento en las instituciones que en el campo, donde lo único que cayó fue la ilusión de que “la del pulpo” por fin llegara.

Todo comenzó con la activación del Plan de Emergencias Insular (PEIN), el botón rojo institucional que lo ordena todo: banderas rojas en las playas, prohibición de acceso al mar, suspensión de actividades culturales, cierre de los Centros de Arte, Cultura y Turismo y un reparto intensivo de sacos de arena en Arrecife, Teguise y donde se teme cada gota como si fuera un tsunami.
Medidas justificables, claro. Si algo enseñó Valencia es que la imprevisión se paga cara, y aquí nadie quiere repetir aquella vergüenza.

Mientras tanto, los ayuntamientos se alinearon:
En Arrecife, el alcalde Yonathan de León firmó la suspensión de todas las actividades al aire libre, intensificó trabajos en los barrancos —especialmente los que caen hacia Argana Alta— y se preparó para un jueves que, visto lo visto, ha amanecido bastante menos dramático que el decreto.
En Teguise, el foco estuvo en el barranco del Hurón, que hace siete meses ya dejó claro que sin mantenimiento no absorbe ni una bronca. Reparto de sacos de arena, dispositivos prealertados y todo el manual de emergencias en marcha.
En La Graciosa, personal desplazado, protocolos activados y todo el engranaje de Protección Civil, Cruz Roja, Emerlan, policías locales, Nacional y Guardia Civil listo para aguantar el chaparrón… que no ha llegado.

La previsión oficial decía lluvia intensa entre las 9:00 y las 15:00, con posibilidad de 30 milímetros por hora y nivel naranja activado. A esta hora, lo que hay es viento,lluvita fina  y una calma casi ofensiva para tanto preparativo. Y ahí surge la pregunta inevitable —no retórica, sino práctica—:
¿Desbloquearán todo a primera hora o seguiremos el guion aunque la tormenta se haya quedado en chiste?

Porque hoy, con la isla funcionando de facto, lo lógico sería que los coles abran, que la gente vaya a trabajar, que los funcionarios vuelvan a sus puestos —y no al teletrabajo por viento—, y que la vida recupere su ritmo sin esperar una orden que, francamente, está tardando más que la propia lluvia.

Buenos días! Debido al temporal caen 2 palmeras en Corralejo…( humor en las redes socicales )

 

No se trata de criticar la prudencia. La prudencia salva vidas.
Se trata de medir el equilibrio entre proteger y paralizar.
Claudia, con su humor seco y su ausencia casi insultante, ha demostrado que el dispositivo insular está en forma, que se puede actuar con rapidez y coordinación. Pero también ha dejado ver que a veces vivimos más pendientes del parte oficial que del cielo. Y el cielo, querido lector de Elpejeverde.com… hoy está diciendo otra cosa.

En definitiva, esta mañana Lanzarote no necesita más alertas: necesita normalidad.
Que cada cual haga lo de siempre.
Que la vida siga sin esperar permiso.
Y que cuando llegue la borrasca de verdad —porque llegará—, entonces sí, todo este músculo institucional tenga sentido.

Hoy, de momento, Claudia ha sido solo una broma bien organizada.

 

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