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“Es inaceptable”: la oposición lleva al Pleno la reapertura de la obra del comedor escolar de Arrieta

Pejeverde

En el CEIP La Garita de Arrieta la campana suena a mediodía y el comedor sigue siendo una promesa. Dos cursos y un poco más desde que la Consejería de Educación anunciara, en octubre de 2023, la “Ampliación del eco-comedor y conexión de aulario con edificio principal”, con un plazo de obra de tres meses. La obra, hoy, permanece paralizada. Compromiso por Haría salió a señalarlo con nombres y apellidos: Alfredo Villalba debe “actuar de una vez” para que el eco comedor se haga realidad.

La formación municipalista coloca el foco en un compromiso que —sostienen— se utilizó en precampaña y que no llegó a puerto. “La obra del eco comedor en el colegio de Arrieta es fundamental para el alumnado y sus familias. No solo es un elemento clave para la conciliación familiar, sino que afecta directamente a la salud y los hábitos de vida de los jóvenes del Colegio de Arrieta. Es inaceptable el retraso de más de dos años”, afirma Paula Montero, concejala y responsable de Educación en Compromiso por Haría.

El retrato político que dibujan es conocido en las islas: foto, anuncio y cartel de obra; luego, silencio de hormigón. Para Compromiso por Haría, el proyecto “se vendió” en periodo preelectoral como una gran medida, pero el tiempo lo empuja al cajón de “promesas incumplidas”. El mensaje, con ironía poco disimulada, apunta a quien entonces capitalizó el anuncio: “Alfredo Villalba estuvo muy rápido para apuntarse el tanto del ecocomedor en la campaña electoral, pero muy lento para exigir su cumplimiento ahora que está en el gobierno municipal”.

Más allá del intercambio retórico, el asunto tiene una base práctica: familias que organizan su jornada sin un comedor escolar operativo; alumnado que pierde un servicio que, en 2025, se considera pieza de conciliación y de equidad; y un colegio que ve a diario la brecha entre el aulario y el edificio principal, justo la conexión prometida. Arrieta no discute sobre conceptos, discute sobre horarios, menús y puertas que no se abren.

La formación municipalista anuncia además un paso institucional. Presentará en el próximo Pleno una moción “para que sea apoyada por todos los grupos políticos, independientemente de su ideología”. El propósito: instar desde el Ayuntamiento a la Consejería de Educación a culminar la obra y abrir el eco comedor “cuanto antes”. Lo resume la portavoz, Chaxiraxi Niz: “Queremos defender los intereses de las familias de Arrieta… Necesitamos hacer todo lo posible porque esas instalaciones sean una realidad cuanto antes”.

El debate, por tanto, se desplaza ahora a la sala de plenos. Allí se verá si el calendario se impone al argumentario. La clave es técnica y política a la vez: reactivar una obra paralizada, fijar plazos y asumir responsabilidades. Si era una prioridad en octubre de 2023, lo será más tras dos cursos de espera. Y si hubo una foto, habrá de haber una inauguración. En Arrieta, a estas alturas, el titular que se busca no es uno más; es el albarán de apertura.

Entre tanto, queda la evidencia de lo esencial: un comedor escolar no es un adorno del programa electoral. Es salud, hábitos, conciliación y comunidad. En un municipio que presume de cuidar su escuela pública, el eco-comedor tiene más de “eco” de hemeroteca que de cocina. Compromiso por Haría coloca el reloj en el centro de la mesa y pide servir de una vez el primer plato. La respuesta del gobierno municipal y de la Consejería dirá si hablamos de posponer o de cumplir.

 

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