El Cabildo prohíbe las excursiones en buggies por suelo rústico en Lanzarote
Pejeverde
El Cabildo de Lanzarote ha enviado un mensaje claro a los ayuntamientos de la isla: las excursiones turísticas en buggies, quads o safaris motorizados no están permitidas en suelo rústico. Así lo recoge un informe emitido por el Área de Política Territorial, que recuerda que estas actividades incumplen la normativa vigente y provocan un impacto ambiental grave.
El aviso no es nuevo, pero esta vez viene reforzado por las quejas reiteradas de vecinos, agricultores y los propios consistorios. Se quejan del ruido, del polvo, del deterioro de caminos agrícolas y del paso de vehículos por fincas privadas. En algunos casos, incluso aseguran que las cosechas se ven afectadas.
El presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, fue directo: “No podemos permitir que el suelo rústico se degrade por prácticas que no están autorizadas”. Apeló a la responsabilidad de todos los implicados, desde empresas turísticas hasta visitantes. Y lanzó una advertencia: el desarrollo económico no puede ser excusa para pisotear el paisaje que da sentido al modelo turístico de la isla.
El consejero de Política Territorial, Jesús Machín Tavío, fue aún más tajante: no existe una red oficial de rutas para estos vehículos, y mientras eso no cambie, cualquier caravana que circule por el campo está fuera de la ley. La legislación es clara: no se permiten caravanas de más de tres vehículos fuera de una red habilitada. Y esa red, a día de hoy, no existe.
El Cabildo pide a los ayuntamientos que actúen y que refuercen los controles. La norma está. Lo que falta, a menudo, es vigilancia y sanción. La advertencia es también política: o se ordena el turismo o el turismo lo arrasa todo.
Lanzarote no puede vivir del paisaje y al mismo tiempo permitir que lo erosionen a golpe de motor.