Lanzarote y Fuerteventura, bajo aviso amarillo por lluvias con la llegada de la borrasca Olivier
Pejeverde
Después de varios días bajo el dominio del sol y la calma anticiclónica, las islas Canarias se preparan para un giro radical en el tiempo. La borrasca Olivier, procedente del Atlántico, se posiciona como el episodio de mayor inestabilidad en lo que va de 2025, según advierte la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). A partir del miércoles, el archipiélago entra en alerta por lluvias intensas, tormentas y rachas de viento que afectarán a todas las islas, incluidas Lanzarote y Fuerteventura.
En el caso concreto de estas dos islas, la Aemet ha emitido un aviso amarillo desde las 6:00 hasta las 14:00 del miércoles. En principio, se esperan lluvias moderadas, aunque la incertidumbre sobre la evolución de la borrasca deja abierta la posibilidad de que las precipitaciones sean más intensas de lo previsto. Aun cuando tradicionalmente estas dos islas orientales no son las más afectadas por los temporales, la amplitud y fuerza de Olivier obligan a extremar la precaución.
El Gobierno de Canarias ha respondido con rapidez. Tras la reunión de coordinación entre la Dirección General de Emergencias, la Aemet y los cabildos, se ha decretado alerta por lluvias en todas las islas desde la medianoche del miércoles. Además, se activa la prealerta por inundaciones y tormentas, en aplicación del Plan Específico de Emergencias de Canarias por Riesgos de Fenómenos Meteorológicos Adversos (PEFMA).
Se esperan precipitaciones en forma de chubascos débiles, moderados o incluso fuertes y persistentes. Las tormentas acompañadas de aparato eléctrico también entran en el escenario probable. La situación será especialmente complicada en la franja vespertina, cuando la alerta pasará a naranja en islas como La Palma, La Gomera, El Hierro y Tenerife.
La incertidumbre sigue siendo un factor clave. Las borrascas de origen atlántico, como Olivier, suelen comportarse de forma errática y su impacto final puede variar notablemente en función de su trayectoria. Aun así, lo que sí está claro es que la población debe estar preparada para un episodio severo de lluvias, viento y tormentas en todas las islas, incluso aquellas menos acostumbradas a estos fenómenos como Lanzarote y Fuerteventura.